sábado, 28 de junio de 2014

“Gloria” Cine, todo cine del mejor

Es una lástima que no tengamos espacio suficiente porque tanto este film chileno, “Gloria”, de Sebastian Lelio, como “Wakolda”, de Lucía Puenzo, merecerían que pudiéramos explayarnos en el comentario.
Pero “Gloria” es una de esas raras películas que no solamente ha sido profeta en su tierra sino que pudo conquistar la crítica norteamericana, muy poco dada a ver filmes con subtítulos.
Y es que esta historia es una historia de vida, de vida plena gozada y sufrida, de vida real en todos los sentidos. Gloria es una mujer cuarentona, que no es hermosa, no posee un cuerpo despampanante, pero quiere vivir la vida como debe ser, por encima de chismes, de convencionalismo, de mojigaterías.

“Wakolda” Excelente film

 Otro film que merecería más espacio: la historia de una simple familia argentina que va al norte de su país a emprender una nueva vida, unida a la de un extraño individuo, doctor, que llega con ellos a ese lugar. La hija mayor de la familia, Lilith, es demasiado menuda para la edad que tiene, y el doctor le dice a la madre que él podría ayudarla en el proceso de crecimiento. 

“Quiero ser fiel” Mejora, pero no mucho


Veamos: “Quiero ser fiel” es una comedia romántica, un lado un tanto exótico de la  comedia romántica, porque no utiliza la fórmula in extenso, aunque sí sus resultados finales. 
Como tal, en especial como comedia, está por encima de casi todas las comedias que se han realizado por estos lados, con excepciones como “¿Quién manda?”, que cuenta con mejor dirección aunque su guión sea más convencional y, sobre todo, “De pez en cuando”, que es comedia de situaciones con mejor guión y mejor dirección. Entonces llegamos a la conclusión de que está por encima de docena y media de bodrios hechos con los pies y con la firme esperanza de usar lo populachero para hacer mucho dinero.
Ahora bien, si continuamos en la onda de las comparaciones, entonces caemos en otro sector del análisis. Si se afirma que este guión de Leonardo de León es tan formidable que ganó un premio entre gran número de otros en EE.UU. entonces no vemos razón para que se plantee una secuencia tan burda y tan pobre como la de la famosa casa de citas donde Alberto lleva a la chica porque entonces deberíamos llegar a ciertas conclusiones: o el Alberto, que es un chico con talento como lo plantea la historia, es un perfecto imbécil o un ingenuo disimulado porque se atreve a llevar a una chica que es de la “high class” (ella es de champagne para arriba, le avisa su amigo), o el guionista no sabe lo que tiene entre manos
 http://www.listin.com.do/entretenimiento/2014/6/27/327686/Quiero-ser-fiel-no-mejora-mucho

sábado, 21 de junio de 2014

‘Despertar’ ¿Quién alucina?


Todavía, saludados como debe ser, nuestra querida Patricia y el juguetón Toby, luego de bebida el agua nocturna, de la sesión del baño (no de la ducha), de la pijama colocada, sentados frente a la PC que nos espera paciente y enciende como debe ser, nos parece percibir que desde las trinitarias de la ventana, sus hojas aún húmedas por un chubasco reciente, alguien nos mira insistente y susurra algo que suena como: “No deberías estar escribiendo, recuerda, estás muerto, Armando”, y entonces sacudimos la cabeza para despejarla de los vaivenes de René y Naomi que son, unidos a su creador, José María Cabral, los responsables de mi confusión. 
Deben quedar rastros muy frescos de las lecturas de Kafka en el activo cerebro de José María. Aunque él precisa una historia cuyo título y autor no pude retener, los detalles de lo que va sucediendo a ese René, quien tiene un negocio de renta de armas de fuego para rodajes de películas, nos llevan por una senda cargada de solapadas torceduras; en otras palabras, que cuando vayan a verla no esperen una historia normal y “coherente” sobre algo que le sucede a un buen señor, a su esposa, a un amigo que deseaba rentar armas sin hacer contrato previo (algo que parece puesto para desviar de entrada nuestra atención  de la realidad que es más bien irrealidad), sino una sucesión de detalles argumentales que solo tienen ilación desde el punto de vista último del autor.
Por supuesto, esto último se constituye en un obstáculo para referirnos, precisamente en detalle, de lo que se cuenta.

'Buenos vecinos': mal guion

Algunos “creadores” del patio consideran que “la tenemos cogida” con dos aspectos cinematográficos en el cine dominicano: con los cómicos y, sobre todo, con los guionistas. Pues, para que vean, todo parece demostrar que esa “cogida” no es única y exclusiva de los del barrio, sino con los del dorado Hollywood.
Por ejemplo, no se hace más que anunciar una comedia con Adam Sandler y ya la etiquetamos como “clavo por venir”, porque tanto ese señor como el grupito de sus adláteres podrán ser muy del gusto de la juventud norteamericana pero a nosotros nos caen como piedras.
Pero el asunto va mucho más allá.
Tenemos años y años repitiendo que los guionistas de Hollywood, en especial los que escriben comedias, no se ganan su dinero: se lo regalan.
Pero ahora las cosas van más lejos: estamos advirtiendo que esas sandeces de buenas a primeras no son solo del gusto de los jóvenes, sino también, fuácata, de la crítica. Por ejemplo, para no ir más lejos, Este adefesio que se hace llamar comedia, tal vez por tener al carismático Seth Rogen en el rol principal, recibe la buena pro de la crítica: 6.4 sobre 10, nada menos que 141 escribanos la tildan de buena, 52

sábado, 14 de junio de 2014

‘Renoir’ filme de abrumadora belleza

Pierre-Auguste Renoir, uno de los brillantes creadores del movimiento impresionista en la pintura, es a quien vemos en su finca de la Costa Azul francesa en 1915.
Renoir, ya un anciano, padeciendo de una severa artritis que le dificultaba el movimiento, muy a pesar de ello, cuando le vemos en su silla de ruedas, dominando a fuerza de voluntad su destino: seguía pintando, casi no podía aferrar sus pinceles, pero seguía pintando y, cuando le decían, le aconsejaban que no se esforzara tanto, increíble, respondía que tenía que seguir mejorando, él, que en esa época era ya tenido como un genio, como uno de los grandes en la pintura de su época.
Giles Bourdos, naturalmente francés, hizo que sus guionistas tomaran el libro de Jacques Renoir, sobrino del famosísimo director de cine Jean Renoir, a su vez hijo de Auguste, que nos hace una detallada relación de unas cuantas semanas de la vida del prestigioso pintor en aquella finca.
Esos breves episodios nos hacen conocer no solamente al personaje central sino a Andree Hewschling, jovencita algo aventurera que le sirvió de modelo, a su corte de criadas domésticas, a su hijo Jean, a su hijo menor apodado Cocó, brevemente a su otro hijo mayor, pero, sobre todo, nos envuelve en una atmósfera de una incomparable belleza que es, precisamente, el marco que rodeaba, conformaba y condicionaba al artista para crear sus obras inigualables, cimeras en la historia de la pintura de todos los tiempos.

“El Pelotudo” ¡Oh, destino cruel!

Y vuelve a pasarnos lo mismo, y, como en los trabajos de Sísifo, este destino cruel, esta infinita reiteración cruel, seguirá volviendo una y otra y otra vez. Ver una película que nos anonada por su prístina belleza, para salir de ella y  tropezarnos, como toro ciego que atropella sin importar qué, con otra perfecta mojiganga.
Porque, ¿cómo calificar una historia como la del tal “Pelotudo” si no es de pura y perfecta mojiganga? ¿Qué importa que Claudio Chea sea un maestro de la fotografía si lo que están reflejando sus tomas son necedades?
¿Quién demonios le dijo al Sr. Raymond Hernández, guionista y director de este asunto, que para ser un pelotero dominicano hay que ser negro o mulato y tener las cabellos rizados? No notó él, como notamos nosotros, que ese teñido de la piel se veía de lejos que era precisamente eso, un vulgar teñido, que nadie podía tragarse tan desmañado cuento?
A quién se le ocurre que un argentino que llega a nuestro país blanco y de pelo lacio y con un nombre suyo real va a poder salir de aquí con una visa de USA negro, pelo rizo y con otro nombre?

domingo, 8 de junio de 2014

'Maléfica', sorprendidos quedamos

Vaya que sí, que nos ha sorprendido esta película, que no la vimos cuando se estrenó la pasada semana por aquello de “otro cuento de hadas” y que ahora, sin muchas opciones, pues la vimos. Y nos gustó, seguro que sí. Bien, ahora no vayan a creer que es una maravilla, que no es para tanto.
Sin embargo, cuando nos decidimos a ver una puesta en escena de una fabula del francés Charles Perrault, o sea, varios siglos de literatura por encima, cuando pensamos que vamos a ver a la muy bonita Bella Durmiente mordiendo la manzana y con su príncipe buen mozo llegando al final a darle el beso que la saque del hechizo que le echó la muy malvada bruja, de buenas a primeras nos enteramos de que, por lo menos en esta oportunidad, los guionistas se han ganado el mucho dinero que ganan.

‘Al filo del mañana’

La memoria, eso que no nos distingue a nosotros, de todos modos hay que usarla y nosotros, para suplirla, tenemos IMDB, y por eso les preguntamos ahora a ustedes, lectores de esta veterana columna, ¿recuerdan “The Groundhog Day” (El día de la marmota?
Pues, si recuerdan esa excelente y muy original comedia, recordarán también que su personaje central, interpretado por Bill Murray, ese periodista amargado que, a la fuerza, tiene que ir a un ínfimo pueblecillo de Norteamerica a reportar lo que localmente es una tradición y una curiosidad: el día de la marmota, o sea, ese día que precede al invierno y durante el cual ese animalito, la marmota, sale y, según como salga, se sabe si el invierno va a ser muy crudo o no. Y lo interesante es que a Murray ese día cuando sale del hotel para reportar la ceremonia, se le repite una y otra vez, por lo cual él va tomando detalles de lo que le sucede y de esa manera va cambiando lo que le sucede y, además, cambiando su misma forma de ser y de actuar, que es lo importante.
Pues Doug Liman, el director de este film, y sus guionistas tomaron la novela del japonés Hiroshi Sakurazaki y resulta y viene a ser que ese mismo recurso se emplea en este relato: Cage, mayor del ejército norteamericano, pero no hombre de armas, sino encargado de filmar para relaciones públicas, es enviado a Londres para reportar el desembarco de las tropas conjuntas que van a tierra firme a combatir.... no, no a los nazis, a los Mimos, unos feroces bichos que surgen por todas partes y que han devastado gran parte de Europa ya.