sábado, 25 de octubre de 2014

‘Sueños de libertad’

Como otras ha sucedido, supimos de este film del interesante director James Gray (Little Odessa, We own the night), se habló muy bien de él en la crítica norteamericana, y nos quedamos buscando la tal excelencia.
Nos da la impresión de que los críticos USA se dejan impresionar por las historias que involucran a pobres seres desvalidos, sobre todo si son europeos, cuando nosotros lo que vemos es melodrama y no del mejor.
Marion Cotillard tiene muy buenos bonos en esa crítica, pero tampoco nos dejó lelos, más bien algo decepcionados. Y esa historia de las dos hermanitas que llegan en 1921 a Elis Island, N. Y., y que son separadas por la enfermedad de una de ellas para que entonces la otra, Ewa, se pase casi dos horas preocupándose por ella mientras cae en las garras (algo mondas) de Bruno Weiss, un hombre del vodevil que se “protege” llevándola al teatro para luego prostituirla, nos luce más propio de Douglas Sirk, que era un verdadero especialista en el melodrama, pero sabía manejarlo mejor, mucho mejor que James Gray.

‘El sabor del amor’

La semana pasada, recordarán, plagada de famosos nombres, todo resultó un verdadero fiasco. Esta semana vemos un film de un señor llamado Ritesh Batra y con intérpretes tan o más desconocidos que él y... ¡sorpresa! Salimos encantados de “The lunchbox”, que es el título original y no ese cursilón que le han endilgado en español.
Para comenzar, el tal “lunchbox” es lo que por estos lados se denominaba la “cantina”: familias que por alguna razón no podían cocinar en su hogar, recibían esa cantina de cuatro o cinco contenedores superpuestos en los cuales estaba la comida completa del mediodía.
Y la idea es más que original: Sarjan Fernandes es un funcionario viudo y en edad de retiro que recibe todos los días en su oficina esa cantina. EIla es una mujer joven y hermosa, casada con una hija, que le envía todos los días una cantina a su esposo en su oficina. Por alguna misteriosa razón, Sarjan empieza a recibir la cantina destinada al esposo de ella, que, asesorada por la tía que habita el piso encima de ella, le recuerda que el amor entra por el estómago, por lo cual ella se esmera en la preparación de suculentos platillos.

sábado, 18 de octubre de 2014

“Alexander y un día terrible”

Nos simpatiza Steve Carell, nos cae bien su parco y algo pasivo estilo de comicidad, algo que no es muy frecuente y que tampoco casi nadie recomienda, pero que con él funciona.
Pero un estilo no es una varita mágica, o sea, que no tiene por qué funcionar por obligación.
Porque cualquier estilo, desde los de Olivier pasando por Chaplin, por Welles, por la Streep, la Bergman o la Garbo hasta alcanzar a los mejores de estos 2000, depende de la creación, primero, de un personaje que tenga peso específico, de otros personajes que rodeen, alimenten y condicionen al principal, y de la una historia que tenga por igual substancia.
Y de todo eso carece “Alexander and the terrible, horrible, no good, very bad day”.

“Primero de enero”

Por supuesto que se han hecho excelentes películas sobre historias melodramáticas. Pero para que el resultado trabajando con una historia de ese tipo sea interesante, tiene que partir de una buena historia, de una buena dirección y de buenos intérpretes.
Lamentablemente, “Primero de enero” carece de todas esas condiciones.
Es una historia floja, deshilvanada, que avanza a tropezones y con una serie de personajes carentes de personalidad definida e interpretados a tontas y locas.
Para empezar, este es un film al cual no llevaría a un nieto pequeño porque presentar a ese Sebatián como el héroe de la historia es una barbaridad: ese personaje es, de principio a fin, detestable como ser humano, un mal ejemplo para cualquier chico desde los más pobres hasta los más ricos, y que no nos salgan ahora con que “el pobrecito está traumatizado por lo que sucede con sus padres”: la madre debió darle una pela, y el padre otra.
Segundo, esos personajes hacen lo que les viene en ganas sin ton ni son: el Francis, haitiano, tiene un autobús, pero no lo usa para trabajar sino para pasear, sobre todo como medio de transporte del enano Sebas; si lo atrapamos, va preso por dejarse mangonear de unos menores y ponerles en peligro.

“El Justiciero”: Convencional hasta el último sorbo

Noticias que han llegado a nuestra redacción nos aclaran ciertos puntos oscuros en la historia del “comic” y del cine en sentido general. Confidencialmente, por supuesto, se nos ha hecho saber que Batman, a quien muchos creían retirado gracias a su prolongada ausencia frente a su público admirador (entre el cual nos encontramos nosotros, por supuesto), en realidad no hizo tal cosa.
La realidad real y verdadera es que el héroe anda por esos lados oscuros de incógnito, que se ha despojado de la peculiar vestimenta, de la capucha y la capa y que por esa razón no es reconocido cuando circula por las calles de Bostón o las de cualquier otra ciudad, cuando va a restaurantes de poca monta y que, incluso, para confundir a sus seguidores, hasta ha conseguido un trabajito de nada en un almacén de artículos de construcción, que se ha cambiado el nombre de Bruce Wayne y ahora sacó una cédula con el nombre de Robert McCall.

sábado, 11 de octubre de 2014

‘La entrega’ Algo diferente y excelente

¿Podría decirse que “The Drop” es un “thriller”? Siempre es posible si usted se queda encerrado en la idea de que una historia en la que haya gente del bajo mundo y muertos es eso, un “thriller”.  Pero, por lo menos en lo que respecta a nuestro modo muy particular de ver las cosas, esta cinta de Michael R. Roskan va mucho más allá de esa simpleza definitoria y eso se puede advertir desde que se “abre el telón”, o sea, desde el mismo instante en que empieza la historia y se nos hace conocer el “Bar del Marv” y sabemos que no es un bar como otro cualquiera donde van comensales a beber unos tragos o a ver un juego de eso que los yanquis llaman “futbol”.
Porque ese bar del primo Marv es un lugar de entregas, o sea, una especie de lugar para depositar, determinados días, el dinero sucio que viene del juego clandestino, de la prostitución, de la droga. Allí lo llevan y se va juntando una noche, y luego vienen los de la banda a recoger la totalidad de las entregas: de ahí el título en español.
Pero, además de dicho particular sistema, lo que nos hace diferenciar esta historia de docenas y docenas de “thrillers” es la particular forma de ser de sus personajes: desde que escuchamos un par de veces a Bob sabemos que hay algo en esa mente que funciona de manera por completo diferente a los demás. Pero eso va también por el Primo Marv, aunque no tanto, ya que este se decanta por el lado de la ambición, pero sí, de manera prácticamente idéntica a Bob, con un bicho tan particular como ese Eric Deeds, a quien se nos enseña a temer desde que se le menciona por vez primera, a quien sabemos cruel y despiadado. La misma Nadia es un ser errabundo que carece de un destino real y apenas parece estar allí a la espera de lo que surja, sea lo que sea.

‘Cantinflas’: un melodrama… ¿cómico?

De entrada, y por eso de que es, tal vez, un melodrama cómico, se habrán percatado de que el asunto cantinflesco no ha sido muy de nuestro agrado. Y es que casi parece una cinta de Hollywood para vender a un famoso que la vida del tal.
Y es un melodrama un tanto simplista aun cuando se trate de la “verdad” sobre la vida de Mario Moreno, porque lo que vemos, con el archipopular cómico absorbido por su vida triunfal y sus millones y dejando a un lado al “amor de su vida”, luego de la frustración de saber que no podrán tener hijos naturales, aunque ese distanciamiento venía desde antes, aunque nos parezca que vienen a darse cuenta de su problema como padres frustrados, se dilató demasiado en surgir (tenían años de casados, según el film, cuando lo saben), llevado y traído por otras “famosas”, metido en tragos (aunque todo muy rosadito, muy tenue, muy “no es la gran cosa porque no se puede ofender la memoria del prócer de la comedia), todo eso que vemos lo hemos visto docenas de veces en melodramas de pura ficción.

sábado, 4 de octubre de 2014

Una muestra con interesantes propuestas

"Boyhood"

Es muy difícil fallar cuando de ciertos nombres se trata y, por supuesto, Richard Linklater es uno de ellos. Y este señor es empeñoso, decidido; por eso, cuando se le mete una idea en la cabeza, pues la lleva a cabo aunque tenga que pasar la vida trabajando.
Y, bien, tal vez no estuvo toda la vida trabajando en una idea, pero si nada menos que doce años. El amigo Linklater se buscó un par de chicos, una niña de 8 años, un pequeño de 6, y se dispuso a hacer todo un filme con ellos siguiendo su evolución durante 12 años.
Pero no la evolución de ellos, de Mason y su hermana, sino de una historia de ficción por él concebida y en la cual dos intérpretes veteranos (y muy buenos), Patricia Arquette y Ethan Hawke, hacen el rol de sus padres.
Y ahí está esa tan peculiar historia, ahí están los dos chicos creciendo en andas de la cámara de Linklater, ahí se va tejiendo esa historia de amores y desamores de sus padres y de otros que también serían padres hasta que llega el momento en que la madre tiene que dejarle volar hacia la universidad y llorar su soledad de mujer que ha triunfado y ha perdido.
Admirable Linklate, admirables actores, los veteranos, los improvisados, todos. Admirable “Boyhood”, pieza fundamental de este muy interesante Festival de Fine Arts.

 “Vijai and I”
Extraña combinación: Sam Garbarski reúne productores de Bélgica, Alemania y Luxemburgo para hacer una película que se desarrolla en Nueva York.
Y extraña también su idea, porque lo que cuenta es la historia de un actor que se ha hecho muy popular, pero que no es conocido por su rostro sino por su personaje. Porque él es el “conejito de la suerte” en una serie para niños, por lo cual siempre se le ve bajo su disfraz.
Pero el problema es que este Willhem se siente menoscabado, hundido en su angustia porque advierte que su hija no le hace caso y su esposa menos.
Por eso, cuando tiene problemas en la grabación de la serie, lo manda todo al cuerno y se marcha.
Y ahí es donde se inicia todo, que no les contaremos y que, luego de ese inicio tan interesante y provocador, se va desvaneciendo poco a poco y queda todo en una historieta un tanto desmadejada y taciturna.
O sea, que lo prometido es, como en la política, algo que parece habrá de ser formidable, pero luego, cuando llega la realidad, nos quedamos esperando más, y ese más no llega o llega de manera tan poco correspondiente con lo esperado que nos desilusiona.
En otras palabras, que, sin ser una película mediocre, tampoco es material para Festivales.

“Viaggio sola”
Buena historia sobre la soledad en medio de la abundancia: Irene es inspectora de hoteles de gran categoría, por lo cual tiene que viajar continuamente y alojarse en esos maravillosos lugares para chequear su servicio. Y la pagan para ello.
Dirán: ¡qué mejor trabajo! Pero, como descubrirán a través de la vida esta Irene, no todo es tan maravilloso, y ella descubre que la alocada vida de su hermana casada es preferible a la continua soledad de su trabajo.
Maria Sole Tognazzi (Hija de Hugo Tognazzi, famoso actor italiano ya fallecido) tiene una buena historia y la sabe llevar, sin duda alguna. No es “viajo sola” una gran película, pero si una pequeña obra muy apreciable y muy bien interpretada, en especial por Margherita Buy, la Irene de la historia.

“Conducta”

La cinta cubana original de Ernesto Daranas es de lo mejor en el Festival.  Nos cuenta sobre Chala, chico de 11 años que no vive, sobrevive en La Habana, en esa ciudad que Daranas nos pinta con fuertes trazos ruinosa y difícil, con ese chico inteligente pero que medra entre sus amigos del barrio, entre el “amigo” de su madre a quien le cuida los perros de pelea, a la espera de la siguiente borrachera de su madre bebedora, drogadicta y “jinetera”, y cuyo único amparo es su maestra, Carmela.
Y todo podría reducirse a un simple melodrama social de no ser por las agudas lanzadas de Daranas, que aprovecha su historia para herir en profundidad la sensible piel del sistema político cubano en más de una forma: a través de las crudas imágenes de la pobreza generalizada, a través de los diálogos, en especial los de la veterana maestra que carga contra le “perfección” de un sistema que protege y ampara el conjunto pero olvida al individuo, al Ser Humano, pasando entonces a ser, prácticamente y hasta cierto punto, inhumano.


“Betibú”

Miguel Cohan, director argentino, al parecer quiso seguir la senda de su colega y paisano Campanella con “El secreto de tus ojos”. O sea, la idea es tener una historia que narra una investigación policial pero no contada a través de los investigadores sino de periodistas.
Todo se inicia con el asesinato de un famoso mafioso, sospechoso de haber asesinado a su esposa, y con el encargo que hace el Jefe de redacción de un diario importante a una escritora para que, viviendo en el paradisíaco logar con residía el fiambre, escriba una serie de artículos sobre el muertito. Y a eso la ayudan otros dos periodistas, y van reuniendo datos y completando una historia que se va complicando más y más, hasta que…