sábado, 26 de septiembre de 2015

‘Todo incluido’ como los relojes

Hace unos días leí un reportaje muy interesante: los suizos, que llevan décadas haciendo los mejores relojes del mundo, de buenas a primeras se vieron atacados por los orientales que se dieron a fabricar relojes de cierta calidad pero a precios mucho más reducidos que las maravillas suizas. Pues los creadores de esa nación, unidos, decidieron entonces crear una nueva marca no de tan tremenda calidad como sus famosas marcas, buenos, pero a precios que pudieran competir con los orientales. Así surgió “Swatch”, ahora famoso en el mundo entero y de gran venta.
Pero los orientales no se quedaron quietos: decidieron entonces “crear” una enorme cantidad de relojes idénticos a las grandes marcas suizas, pero con maquinarias de muy escasísima calidad: así, usted podía comprar un “Rolex” por 20 o 30 dólares.
Eso lo narramos para establecer un simple símil con el cine en nuestro país. Aquí tenemos unos cuantos directores de cine que hacen películas, no todas muy buenas, pero, de todos modos, tratando de hacer cine.
Pero, al igual que los falsificadores, que no hacen relojes de calidad, ni los mejores ni los que les siguen, una buena camada de “directores” han descubierto que es más fácil hacer mucho dinero haciendo algo que ellos llaman “cine” pero que no es más que burdo remedo.
De esa manea, cada seis o siete meses se despachan con sus “Rolex” de $30 repletos de patrocinadores y se forran llevando al cine a miles de incautos que se tratan esos disparates cual si fueran cine.

Perfecto ejemplo: “Todo inluido” que, por supuesto, incluye la más dilatada sarta de despropósitos que hayamos encontrado en una sala de cine en años, solo comparable con otras “obras” del mismo autor o con mojigangas de otros.


‘Pasante de moda’, sí, se pasa, pero de ñoña

Se hace evidente que no todo puede ser como el vino, que es mejor mientras más añejo. Robert de Niro, uno de nuestros favoritos durante años y años desde que le vimos en “El Padrino 2”, hace años que ya no es más que una pobre imitación de sus apariciones en los 70 y 80.
Y no es que su personaje en este filme, Ben Whitaker, esté mal interpretado, sino que, con toda certidumbre, podríamos apostar que él no hubiera aceptado ese personaje durante aquellas primeras décadas. Porque ese Ben es un pequeño cliché mezcla de docenas y docenas de personajes de los cuales está repleta la historia del cine: el tipo bueno que se las sabe todas y que ayuda a los demás en sus pequeñas tribulaciones.

Porque, precisamente, eso es lo que cuenta la película, ”The Intern”: las bobas tribulaciones de una chica, Jules Ostin con la empresa supermaravillosa que ha  creado y dirige y con  su también maravilloso esposo, tribulaciones que ella no puede resolver si no es con la ayuda del genial Ben.

domingo, 20 de septiembre de 2015

‘Everest’, es impresionante

Sí, en efecto, podemos decir que este filme, “Everest”, obra del realizador islandés Baltasar Kormakur, es impresionante. Pero, de inmediato, hemos de aclarar el por qué empleamos semejante adjetivo.
Es que, aunque la historia no deja de ser interesante, lo que sí nos parece “impresionante” es lo que vemos, independientemente de esa historia.
Porque, para su suerte, el Sr. Kormakur fue escogido para dirigir esta historia real filmada en el muy llamativo sistema “Imax”.
Y entonces, cuando vemos las reales montañas del Tibet, cuando vemos las fantásticas cimas de esas montañas, cuando nos enfrentamos a la inmarcesible altura del Everest, sus laderas barridas por la ventisca, las avalanchas, los precipicios, en 3-D y en Imax, eso no puede dejar de resultar impresionante-
Claro, ahora nos van a decir que se trata de ficción aunque se esté narrando algo que en verdad sucedió, que eso es escenografía.
Depende: cuando se rueda con los intérpretes, quién diablos sabe dónde estaban, a lo mejor todo el tiempo en las faldas de alguna de esas montañas de la cordillera, pero a poca altura y con peligros perfectamente bien simulados. Lanzar ráfagas de viento y nieve es pan comido para una productora que se respeta. Pero las tomas aéreas que se hacen de las majestuosas montañas son reales y eso es lo que nos resulta impresionante, y su “aleación” cinematográfica con las tomas con actores y actrices funciona a la perfección.
Todo lo que se cuenta sucedió en verdad, insistimos, en 1996, cuando escapar el Everest, empresa muy muy arriesgada intentada hasta ese entonces por verdaderos alpinistas profesionales se convirtió, de buenas a primeras, en negocio turística: por una elevada suma de dinero, empresas de viajes llevaban a turistas a escalar el Everest tal y como si fueran a Bávaro o a Machu Pichu.

http://www.listindiario.com/entretenimiento/2015/09/19/388740/everest-es-impresionante

‘Buscando un Hogar’

Eso de “Buscando un hogar” es un titulillo ñoño y huero. En realidad, este film del húngaro Kornel Mundruczo se titulada “White God” (Feher istem en su idioma) y, cuando en el subtítulo escribimos “Haciendo cine con...” lo que deseamos implicar es que estos cineastas sin muchos recursos económicos, como los latinoamericanos, como muchos orientales, andan a la pesca de historias diferentes por completo a lo que nos tiene acostumbrado el cine que más vemos por estos lados, el de Hollywood por dos razones: precisamente por ser diferentes y, además, por resultar más económicas en su producción.
Y “White God” es muy, muy diferente. Porque aunque parte de la relación normal de una niña de 13 años con su perro Hagen, cuando ella tiene que quedarse a vivir unos meses en casa del padre porque su madre divorciada tiene que ir a un trabajo fuera del país, cuando resulta que el padre, incómodo por tener que hacerle un favor a su ex, no obtempera con el deseo de Lili de tener al perro con ella y él lo abandona en medio de la calle, lo que se desata a continuación no es una historieta de cariño perdido y desconsuelo de parte de Lili sino toda una extraña, impresionante y simbólica rebelión de Hagen como líder perruno enfrentado a quienes de una u otra manera abusaron de él y de todos los demás perros que le acompañan.

sábado, 12 de septiembre de 2015

‘Algún lugar’

En efecto, muchos lugares, porque esta historia es un “road movie” que cuenta como un trío de amigos adolescentes que parten un mal día de su pueblo para darle prácticamente la vuelta al país: desde Santiago pasando por Sosúa llegando a Samaná, pasando a Santo Domingo y arribando a Pedernales, y apenas mencionamos esas localidades para no cansarles con el detalle de todos los lugares donde pernoctan o se detienen por H o por R.
Es un recorrido que apenas dura (diegéticamente) 71 minutos, pocos minutos, pero sí los suficientes para aburrirnos un rato.
Porque, un consejo a los guionistas: si se trata de eso, una “road movie”, si se trata de jóvenes que se andan buscando a sí mismos, si saben que por el camino tendrán que detenerse en buen número de oportunidades, pues lo más elemental es hacer hasta lo imposible por ofrecer escenas que tengan cierta enjundia, que nos dejen algo a la vez que le dejen a los chicos, incidentes que marquen sus vidas de una u otra manera.

Y, primero, hacer el tal recorrido en un auto algo destartalado que se le daña par de veces, meterse en ese mismo auto por un camino de tierra que no conocen, abandonar luego el carro yéndose en bote tal y como si de riquitos se tratara, encontrarse en una “voladora” con  un sermoneador político soltando tonterías,..


http://www.listindiario.com/entretenimiento/2015/09/12/387829/algun-lugar

‘In/Mortal’ No basta con una buena idea

Todo parece indicar que alguien, tal vez un oficioso vecino, le soltó en medio de una sesión de “hot dogs” en el patio de su casa esa buena idea a un guionista catalán no muy experimentado y sí muy ambicioso: la de que un personaje de gran importancia, y millonario, como es natural, estando en trance de muerte, se entera de que existe un laboratorio que nadie conoce y que, vaya, tiene un sistema infalible para prolongarle la vida.
Y el personaje, como también es natural, comienza dudando de la falibilidad de idea tan rocambolesca. Pero, cuando le empiezan los gorgoritos que indican que el asunto del casi seguro ataúd en su camino, y pensando que unos cuantos (o muchos) millones de dólares no son nada del otro mundo para él, sobre todo después de muerto y enterrado, decide probar y contacta al doctorcito Albright al cual, muy serio, le dice: “Vamos a hacer el asunto, pero, eso sí, el dinero lo entrego después que se vea el resultado del ‘experimento”.
Y lo hacen, y así, entonces comienza “Self/Less”, del director hindú Tarsen Singh, con el guión escrito por los hermanitos Pastor, Alex y David Pastor.
Ahora bien, todo parece indicar que la combinación de la India con Cataluña aunada a intérpretes norteamericanos, ingleses y latinos, es algo explosiva.

Y otro “detallito” que olvidaron los Pastores es que a los productores norteamericanos no les interesa sobremanera la ciencia, y sí la acción.

sábado, 5 de septiembre de 2015

'Esta chica es un desastre'

Y la tal chica, la de verdad, Amy Schumer, la que hace la Amy de la película, es también la autora del guión, que es lo mejor que tiene  “Trainwreck”, y es la historia de una chica cuyo padre, al separarse de su madre, dio una explicación a las dos hermanas, Amy y Kim, cuando eran niñas, que es una joya de argumentación y de secuencia, con lo cual el filme arranca con buen pie desde sus primeros minutos.
Amy sigue al pie de la letra los consejos destartalados del padre: la monogamia no es un asunto realístico.
Por eso ella, en tanto su hermana Kim se casa con un chico que ya tiene un hijo pequeño y ella misma está embarazada, lo único que persigue en la vida es trabajar (y tiene un buen trabajo), beber, fumar marihuana y acostarse con el primero que se le atraviese.

Desde ese punto de vista, sin ser exhibicionista, el filme de Jud Apatow es, aparte de agradable y simpático, bastante liberal: Amy lo hace repetidas veces aunque quienes más enseñen sean sus parejas. Además, cuando anda con alguno de sus amantes, muy especial- mente con el fuertote Steven, los diálogos son picarescos, atrevidos y graciosos, como lo son más adelante cuando ella, al hacer su trabajo, entrevista a Aaron, que es doctor especializado en medicina deportiva.

Los 33. Grandes problemas, poca intensidad dramática

Como bien dice la promoción, ¿Quién no estuvo al tanto, minuto a minuto, de las particularidades del proceso de los 33 mineros chilenos atrapados a una profundidad de 700 metros en una mina del Alto, Atacama, en Chile?
Todos, absolutamente todos vivimos la secuencia de esos hechos y, de paso, personas como nosotros sabíamos a ciencia cierta que de ellos habría de surgir una película.
Y aquí la tenemos, con un reparto que incluye figuras de varios diferentes países incluyendo, por si las moscas, algunos chilenos.
Como también rezan unas palabras de entrada del filme, miles de mineros mueren cada año en accidentes provocados por la inseguridad en las minas. Por supuesto, los propietarios quieren sacar el mayor provecho a su dinero, hacen que los mineros trabajen más y más sin importarles gran cosa la seguridad que pueda ofrecer un trabajo tan arriesgado.

Y eso fue lo que sucedió en 2010, y eso es lo que vemos en la película dirigida por Patricia Riggen.