sábado, 30 de enero de 2016

"Carol" sutil, exquisita, estupenda

No pueden coexistir en una semana, de nuevo, dos películas tan diferentes como “The Revenant” y “Carol”, sobre todo teniendo en cuenta que ambas son formidables. Pero la presente es una historia intimista intensa y emotiva que se desarrolla en un enorme por ciento en interiores con personajes que son apasionantes y turbulentos en su interior pero que son seres cuyas vidas discurren en la normalidad citadina de una ciudad norteamericana a mediados del pasado siglo.
Y esa Carol Aird, según la narra Patricia Highsmith en su novela “The Price of salt” y la lleva con tremendo sentido de realismo Todd Haynes a la pantalla, es una mujer que, a pesar de vivir en una época tan conservadora a finales de los 50 o inicios de los 60, lo arriesga todo por el amor de una chica, Theresa Belivet.
Todo, menos perder la custodia de su hija, Abby.
En otras palabras, que es un drama atrevido sobre el lesbianismo llevado con una certidumbre y una exquisitez que aturden, con una fluidez dramática que nos hace olvidar las dos horas del desarrollo de la historia, y con una belleza cinematográfica que destila muy a pesar de que casi todo la historia se desarrolla en interiores.

“El Renacido”: formidable puesta en escena

Eso de “formidable puesta en escena”, adivinaron algunos, implica que nos ha gustado más el trabajo direccional de Alejandro González Iñárritu que el guion que escribiera en común con Mark L-Smith basándose ambos en la novela de Michael Punks que, a su vez, según afirman todos, se basa en una historia real.
Y, atención, no es que no nos parezca interesante la historia de este cazador de búfalos, de lo que sucede con su esposa piel roja y con su hijo mestizo, Hawk, sino que no posee esa aventura la envergadura de una historia más trascendente.
Y, ahora que mencionamos el relato, esa idea de que un hombre pueda sobrevivir al feroz y devastador ataque de un “grizzly”, oso gris de las regiones nórdicas de América, no nos parece exagerada. Ahora bien, en circunstancias normales, creemos que, con toda seguridad, Hugh Glass hubiera muerto de tan crueles heridas.
Entonces, se preguntarán: ¿circunstancias normales? No es el ataque del oso a lo que nos referimos, sino a lograr el “milagro” de la sobrevivencia en tales condiciones: el odio, el odio acérrimo que le provoca a Glass ver como frente a sus mismos ojos sucede lo que habrán de ver cuando asistan a ver el filme. El odio es, más que el amor, el sentimiento que hiere con mayor intensidad a un ser humano, y lo que consigue que Glass sobreviva es eso: el deseo inmenso de venganza. Además, las mismas condiciones del clima ayudan: el frío, lo gélido de la nieve que les rodea, el agua helada del río, impide que se desangre con mayor rapidez .

sábado, 23 de enero de 2016

‘Mi suegra y yo’: la cháchara interminable

En el año 2005 hizo su aparición una “comedia” dirigida por un señor llamado Robert Lukatis, conocido en Fundación por sus pastelitos de cativía, pero que tenía como reclamo la presencia siempre querida de Jane Fonda y la no tan querida pero sí más curvilínea de Jennifer López.
El guión, obra de Richard LaGravenese y Anya Kochoff, contaba sobre una chica desafortunada que no pegaba una ni de lejos con sus pretendientes y que, de buenas a primeras, encuentra al que todo parece indicar que habrá de ser el hombre de sus sueños. Pero el sueño troca en pesadilla cuando la chica conoce a la madre del chico que, sin lugar a dudas, es un engendro del infierno y hace hasta lo imposible por romper con el idilio.
¿Les gusta la idea? Claro, a nosotros también. Pero resulta que entre los guionistas y el director trastocaron esa buena idea en una necedad repleta de exageraciones inaguantables.
Pues bien, parece que alguien le sopló la idea al muy productivo señor Roberto Ángel Salcedo y éste, ni corto ni perezoso se dio a la tarea de hacer otraÖ“película”. Y, para salir adelante en el propósito, se buscó a los eficientes Manolo Ozuna y Cheddy García, se trajo de los “exteriores” a Charityn Goico, se endilgó a sí mismo como personaje principal (cómo no habría de ser), invirtió buen dinero en curvas apetecibles y, adelante, a dejar chiquitas a la Fonda y a la López.
Si la recuerdan, la cinta original era un desastre en la que apenas podía salvarse, y no mucho, la veteranía de Jane Fonda y, volvemos a recordar que fue todo un señor clavo.
Pero, si la comparamos con la presente, “Mi suegra y yo”, cualquier aficionado podría colocar a la del 2005 como una obra maestra.

‘‘ La quinta ola’’, de nuevo salvados por ellos

En efecto, este es otro cliché de mala muerte pero que, de seguro, debe haber costado un desperdiciado paquete de millones de dólares. De nuevo, nuestro acosado mundo es invadido por seres de otros lados, alienígenas que siempre serán feos pero se harán pasar por chicos del país.
De nuevo el personaje central habrá de ser una chica joven y bonita (Chloe Grace Moretz) y, por supuesto, un joven apuesto, Nick Robinson, y ellos se encargarán de la muy difícil tarea de salvarnos porque, por supuesto también, son norteamericanos y ellos, como son tan abnegados y desprendidos, siempre se encargan de la difícil tarea de sacrificarse por el resto.
“Los otros”, así denominan a los llegados del espacio exterior, que empiezan su conquista por “olas”.

sábado, 16 de enero de 2016

En primer plano

Reveladora, en efecto, aunque muchos ya por estos lados, tan alejados de la mano de “Dios”, nos habíamos enterado porque, incluso, por propia experiencia ya que en la muy extensa lista que aparece al finalizar la película, salimos como víctimas de los depredadores entre varias docenas de naciones donde los “santos” de “dejad que los niños vengan a mí” han incursionado.
Pero, a pesar de ello, saludamos este filme, “Spotlight”, porque de todos modos es un nuevo grito de alarma sobre una situación que lleva siglos y que, como es natural, no tiene visos de finalizar.
Tom McCarthy es un estupendo realizador. Su obra se inicia con pausado ritmo, y los primeros atisbos de ese infierno para muchos aparecen casi por pura casualidad. Atisbos, leves señales que inducen al nuevo mandamás del Boston Globe a reunirse con su equipo de investigación, denominado precisamente “spotlight”, para solicitar a ese equipo de cuatro avezados periodistas, unos más veteranos que otros, a iniciar una investigación sobre eso que, de entrada, puede parecer una pequeñez.
Eso es entrando el presente siglo y, a medida que Robby, Mike, Sacha y Ben comienzan a indagar, se percatan de que lo que están enfrentando es un enorme poder que lo abarca todo, desde los tribunales hasta la policía, pasando, como es natural, por la misma gente normal y corriente.

‘Joy’, simpática e interesante

Pero no tanto como para colocarla como una de las mejores comedias de 2015. Cierto, parte de una situación que llama la atención por peculiar y extraña: en una casa, la abuela, la madre todo el tiempo encerradas en una habitación viendo “soap operas”; la hija divorciada, cuyo ex esposo vive en el sótano de la misma casa y, casi al inicio, la hermana de esta última que aparece y deja al abuelo allí porque no lo soporta y este va a dar al sótano con el ex.
Y entonces vamos a conocer la ordalía de Joy, una chica muy determinada con buenas ideas que se inventa un “mapo” muy especial y comienza a fabricarlo en el grupo y trata de venderlo, pero su precio por unidad lo impide y ella ve asomar el fracaso. Pero, más adelante, se comunica que uno de esos señorones que tienen programas de TV solo para ventas y un equipo para recibir las llamadas de los posibles compradores y allí es donde vemos como se inicia el ascenso vertiginoso de Joy, aunque...
No contamos más.

sábado, 9 de enero de 2016

‘La tierra y la sombra’ una de las 10 mejores del año

No, no se trata de un error: “La tierra y la sombra”, guión y dirección del colombiano César Augusto Acevedo, es, ya, en este 9 de enero cuando estas líneas estén leyendo, una de las 10 mejores películas de todo 2016.
Y lo que sucede es que consideramos que sería muy, pero muy difícil que aparecieran durante esos 366 días (año bisiesto éste, por si acaso no lo saben), otras cintas que tuvieran mayor calidad que la presente.
Y, por si acaso, tendría que añadir a estas consideraciones el detalle, importante, de que ese señor, César Augusto Acevedo, es un debutante, o sea, que es esta su primera obra, lo cual añade asombro a nuestras consideraciones.
Cuando conocemos a Alonso, ese hombre maduro que es arropado por la polvareda que levanta un enorme camión cuando avanza caminando por una estrecha carretera sin asfaltar, podemos pensar que este señor, que regresa a su viejo hogar años y años luego de haberlo abandonado, no es más que un aventurero sin rumbo. Pero no, es posible que ni siquiera podamos individualizarle, porque ese Alonso es, como lo son su abandonada esposa, su hijo casado y enfermo, la esposa de este último y el nieto, sin arquetipos, sin figuras representativas de un sistema económico, de una forma de vida que, a pesar de los avances extraordinarios de la técnica que cada vez nos asombran y abruman más y más, subsiste en gran parte de nuestra América y en otros continentes

La gran apuesta

¿Recuerdan “Margin Call”, 2011, de J. C. Chandor? Esa película estuvo entre las mejores de ese año por su formidable relación punzante y corrosiva de los pormenores de la gran crisis económica del 2018 que sacudió el mundo entero.
Pues la presente, “The big Short”, trata sobre lo mismo, pero, mientras aquella partía del instante en que uno de los empleados de uno de esos gigantescos consorcios descubre lo que se les viene encima en cosa de horas, la presente nos sitúa varios años atrás, cuando unos cuantos individuos, todos ellos relacionados de una u otra manera con la bolsa de valores, fueron descubriendo muy poco a poco eso que ya se cernía sobre el panorama económico mundial.
La historia, tomada del libro de Michael Lewis, nos lleva paso a paso por los pormenores sinuosos y escurridizos de aquellas maniobras, nos va mostrando detalles sobre cómo fueron recabando detalles para determinar lo que se les venía encima. Y esos detalles son los que hacen de este film algo realmente formidable porque vemos a muchos de los protagonistas felices en su bonanza artificial y luego abatidos por el fatídico derrumbe.

sábado, 2 de enero de 2016

Cine dominicano 2015

Quién hubiera imaginado en el 2000 que, apenas unos 15 años después, se iban a estrenar nada menos que 16 cintas criollas en 365 días? Nadie, ni siquiera los charlatanes que, año tras año, pronostican muertes de ilustres y grandes catástrofes porque, al parecer, solo “visionan” lo peor para nuestro país.
Aunque, pensándolo bien, por aquello de las catástrofes no iban a estar muy alejados porque, de no ser por un par de “iluminados” ese hubiera sido el panorama.
Pues bien, ahora, a la espera de rabietas y apóstrofes nada delicados para con nuestra persona, vamos ahora a enumerar, mes por mes, esos 17 estrenos, adelantando, por supuesto, que no hemos visto el documental “Tu y yo”, reputado de excelente por mis compañeros, ni un estreno que se anuncia para esta misma semana, “Los fabulosos ma mejores”, que también han visto algunos de la crítica y no anuncian nada bueno.
En enero hizo su aparición eso, una “aparición”, si se toma el término por su lado fantasmagórico y repelente: “Pa’l campamento”, una de esas “cosas” que hace el “niño orquesta”, Roberto Ángel Salcedo, una historia que es pura bazofia con interpretaciones para el olvido absoluto.

En febrero, Archie López se lanza al ruedo con otro “motrúcalo”, “Los paracaidistas”, otra historieta infame a la cual se le llama guion porque, al igual que a todo lo que se proyecta en una pantalla se le denomina “película”, tenemos entonces ese doblete: “guion” y “película”.