Una gigantesca nave espacial surca el espacio con más de 50 tripulantes y
nada menos que 5,000 pasajeros. Es un viaje de más de 90 años y todos ellos van
en estado de hibernación y no saldrán de ese estado hasta que estén cerca de su
destino, un satélite de un lejano planeta.
Eso es ciencia-ficción, se comprende, y como tal no tenemos nada que
objetar- al empezar el filme le vemos en el espacio cuando choca con varios
meteoritos, pero continúa su marcha imperturbable. Luego vemos la nave por
dentro, las filas y filas de
receptáculos donde duermen los pasajeros hasta que, de buena a primeras, uno de
ellos se abre y sale Jim Preston, quien se extraña al comprobar, pronto, que es
el único despierto en toda la nave.
¿Qué significa eso? Pues que Jim
Preston va a tener que permanecer todos esos años que restan del
periplo sólo en la nave, hasta que muera de viejo.
Así pasan días y meses hasta que, un buen día, Jim tiene una tentación y
hace algo que no podemos contarles.
Como cine, creemos que esta película de MortonTyldum es precisa y nos hace
sentir la angustia que viven sus personajes, tanto edición como fotografía son acertados en sus movimientos y cortes. La
sonorización es aún mejor. Muy buenas interpretaciones de Chris Pratt y
Jennifer Lawence.
Puede que piensen que el final escogido por el guionista Jon Spaiths es un
tanto convencional, pero, de todos modos, en conjunto, nos parece “Passengers”
una excelente película.