Si nos ponemos contar las películas que inician con la leyenda que reza “Basada en una historia real”, no acabamos nunca. Y es que, hasta cierto punto, es cierto: la gran mayoría de ellas sí se basan en historias reales. Entonces, dirán, ¿cuál es el problema? Pues, muy sencillo: esa “realidad” que es narrada en imágenes, sufre una serie de pequeñas alteraciones que van desde lo más elemental, como podría ser que el héroe, la heroína o ambos, eran personas del común, o sea, tan feas como nosotros.
Pero, para llevarlas a las imágenes, entonces se convierten nada menos que en Tom Cruise, en Sofía Vergara o cualquier actor o actriz que tenga la suficiente popularidad, además de la apostura, para atraer el gran público.
Además, si al personaje protagonista le mordió un gato, en la versión fílmica probablemente se transforme en un jaguar, y no de zoológico y manso.
htttp://www.listin.com.do/entretenimiento/2014/9/5/336531/Un-golpe-de-talento
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