En ocasiones, en este enrevesado devenir del
oficio de la crítica cinematográfica, se topa uno con ciertas películas que te
dejan perplejo, enredado hasta el cuello y no precisamente por ser demasiado
profundas o complicadas, como han sido, por ejemplo, algunas de las cintas del
recordado Pier Paolo Pasolini, para resaltar apenas un tipo de cine con ideas
políticas, filosóficas donde el autor despliega todo su arsenal cultural.
La presente, de la autoría del germano (guión y
dreccn) Maren Ade, no nos parece tan complicada como las citadas del italiano,
pero lo que nos ha llamado la atención es el hecho de que, al buscar su ficha
para poder acreditar lo bueno o lo malo de sus creadores, nos percatamos de que
prácticamente todos los que sobre ella
han escrito la califican como comedia, sin que se haga distinción de su calidad.
La historia nos cuenta sobre Winfred, hombre de
edad mediana que siente la depresión que le causa la muerte de su perro. Como
alivio a su pena y soledad, se va de Alemania a Rumanía para visitar a su hija
Inés, pero, como se preguntarán que cosa
tiene eso de cómico, les diremos que, en tanto está con ella, a ratos actúa
como su padre, Winfred, pero en otras ocasiones es Tony Adler, cambiando algo
su aspecto con una caja de dientes superpuestos y una peluca.
Claro, el asunto que trata esta extraña pareja no
es una orgía de chistes o situaciones cómicas sino, por el contrario, el funcionamiento del comercio a
gran escala, enormes corporaciones económicas que adquieren grandes empresas para desmantelarlas,
cancelar a sus trabajadores para luego reconstruirlas pagando menos y salir
ganando. Y, por supuesto que es algo muy serio. Naturalmente, cuenta con cierto
grado de comicidad aquí y allá, pero, de todos modos no me hizo cosquillas.
Ergo, a pesar del peso de esa temática,
importante, a pesar de sus buenas interpretaciones, como comedia nos pasó por
encima y como cine no puedo ponerla en un sitial.
“Tony Admann” (Min far Tony Admann), Guion y
Dirección: Maren Ade; Fotografía: Patrick Orth; Intérprete: Petr Simonischek,
Sandra Heller, Michael Wetter, Thomas Leinbi, Trystan Putter.
Clasificación: Buena
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