Pablo Larraín no anda por esos predios. Su cinta es intimista, cerrada, oscura en sus revelaciones, pero aún más chocante que la norteamericana porque su enfoque es directo, porque nos muestra de manera frontal eso que está sucediendo haciéndonos comprender lo mismo que la otra: que estamos ante una institución de nivel mundial cuyas ramificaciones están podridas y amenazan con pudrir todo lo que se le acerque, muy en especial los más indefensos: los niños.Intimista el filme de Larraín porque nos introduce en una simple casa en un lugar extraviado de la geografía chilena, porque nos da a conocer a esos que viven en ella y que no están porque les guste sino porque han sido enviados allá para apartarles de la sociedad. Varios sacerdotes pedófilos, corrompidos hasta los tuétanos viven allí, cómodamente, atendidos por una monja.
¿Es acaso eso que viven un castigo?
http://www.listindiario.com/entretenimiento/2016/04/23/416624/xviii-muestra-internacional-de-cine-de-santo-domingo
No hay comentarios:
Publicar un comentario