No nos parece mala esta película, pero, considerando su origen, por
esa razón no nos satisface plenamente. Hagamos un poco de historia:
James Thurber escribió este cuento en 1939 y muy pronto se convirtió en
una de las historias más antologadas de la literatura norteamericana,
una pequeña obra de arte, como la denominó uno de los críticos de la
época y lo han reafirmado historiadores de la literatura durante
décadas.
En 1947, uno de los grandes estudios norteamericanos la
llevó al cine como comedia musical y Thurber no se sintió muy agradado
por la versión protagonizada por Danny Kaye, pero, por supuesto, hizo
mucho dinero.
Ahora cae en manos de Ben Stiller, quien, cuando
hizo “Reality Bites” en 1994 como actor y director despertó muy buenos
comentarios y se llegó a pensar en un futuro promisorio de este entonces
joven actor y director al enfocar de manera muy interesante la vida y
milagros de la juventud de los 90.
Pero Stiller, aunque siguió
probando como realizador e hizo unos cuantos títulos de cierta calidad
(“Zoolander”, “Tropic Thunder”, sobre todo, no tanto la malograda “The
Cable Guy”), no alcanzó de nuevo categoría y como actor apenas despuntan
unos cuantos personajes en medio de un tropel de necedades comerciales.
Sin
embargo, lo que no nos permite situar a “Mitty” como una cinta de
categoría es su relación con la literatura. García Márquez siempre se ha
negado a vender los derechos de “Cien años de soledad” porque, primero,
hacer un film con tal obra merecería varias horas para saciar tanta
leyenda, epopeya, aventura, magia. Pero, sobre todo, porque la magia, el
realismo mágico no congenia demasiado con el cine. Como tampoco lo es
la leyenda impregnada de magismo o de irrealidad. Piensen, por ejemplo,
en que millones de personas han leído la Biblia y casi no aparece nadie
que se queje o impugne la lectura del génesis, la idea de un Moisés y
sus tablas de la ley o su cruce por el mar Rojo, o, peor, la historia de
Noé y su arca.
http://www.listin.com.do/entretenimiento/2014/1/3/305572/La-vida-secreta-deWalter-Mitty
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