sábado, 6 de abril de 2013

A ritmo de fe’ un paso, tímido, pero un paso

Sí podemos decir que nos gusta el movimiento y los encuadres de la fotografía del veterano Justo Cruz; no podemos decir lo mismo de la edición que pierde sentido en el tiempo.           


En efecto, “A ritmo de fe”, como cine, puede ser considerado como un paso de avance en nuestra incipiente cinematografía, porque, por más vueltas que le demos al asunto, es la primera vez que se hace un film musical en nuestro país. O sea, es una osadía de sus creadores porque aquí todos sabemos lo que funciona de cara a la taquilla: la comedia esperpéntica y sin sentido, mal hecha y peor actuada.
Dicho esto, veamos por qué, a pesar de ser lo dicho, dista mucho de alcanzar la calidad que han alcanzado, entre otras, películas como “La lucha de Ana” o “La hija natural”-
Para empezar, el guión, la historia que se cuenta recurre a una formulita que se ha llevado docenas de veces a la pantalla. Por supuesto, que se enganche el guionista a una fórmula resobada no implica mala calidad; pero sucede que, más allá de ello, la mayor parte de los personajes (no confundir intérpretes con personajes, por favor) son puros y perfectos clichés: Juan Pérez es un calco de otras docenas en la historia del cine, y sus actitudes, su sicología, es un mero calco también; lo mismo sucede con la novia, con la abuela y con la propietaria de la escuela de danza y su hijo.


http://www.listindiario.com.do/entretenimiento/2013/4/5/272098/A-ritmo-de-fe-un-paso-timido-pero-un-paso 

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