Eso del olor viene a cuenta porque, charlando con los amigos de
“Cineasta radio”, nos percatamos de que la crítica norteamericana había
puntuado este film de terror nada menos que con 7.2, lo cual es un
promedio que revela que muchos le endilgaron mucho más de 7. Y, qué les
vamos a decir: luego de ver la tan cacareada excelencia lo que nos queda
es una pregunta: ¿nos estamos volviendo locos o somos nosotros los que
andamos cojeando de la sesera?
Porque, por más vueltas que le
damos al asunto, no logramos encontrar una simple brecha para pasar de
un “buenecillo” (como hubiera dicho Don Agustín) este asunto de
fantasmas y demonios ruidosos y molestosos
Véanla, hagan por verla
(sobre todo si les gusta el asunto fantasmagórico) y dígannos qué puede
tener esta cinta que no tenga “Actividad paranormal” y otras tres
docenas por el mismo estilo. Porque, ¿cuál es el planteamiento? Pues el
mismo; una familia que llega a un nuevo hogar, en este caso un caserón
inmenso (a juzgar por lo que sucede en el lugar, debía poseer más de 20
habitaciones entre normales y ocultas tras las paredes, debajo del piso,
etc.) y no hacen más que acostarse cuando empiezan a tirar de los pies a
una de las niñas, a escucharse ruidos raros y a caerse tereques.
http://listindiario.com.do/entretenimiento/2013/8/23/289430/El-conjuro-Ni-tanto-huele-la-flor
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