A través de todos estos muchos años de escribir sobre cine, sobre
cientos de películas, docenas de veces nos han hecho una misma pregunta:
¿Cuál es su película preferida?
Pues bien, de mil y una formas
hemos respondido ese cuestionamiento, pero, en sentido general, la
respuesta siempre ha sido la misma: No tenemos una película preferida,
pero sí muchas, y cuando piensan que, como son muchas, nos referimos a
las comedias, a los suspenses, a las tragedias o al cine negro, entonces
llega la aclaración: en realidad, las que nos gustan son las
excelentes, las mejores, no importa cuál sea su género; pero, podemos
agregar, casi siempre que nos sentimos fascinados por un film, resulta
que es uno que nos ha dado la satisfacción de pensar sobre lo que nos
ofrece.
Si tomamos esta obra de Thomas Vinterberg, “Jagten”, “La
Caza”, podemos situarlo en esa categoría. Lo que sucede a Lucas, el
personaje central de la historia, es como para pensarlo, analizarlo y
pedir, por favor a los dioses, que no nos suceda algo por el estilo.
Lucas
no es un héroe cinematográfico, no es un “buen mozo” del cine, no es
alguien colocado ahí para que miles y miles de chicas suspiren por él o
para que miles y miles de chicos se sientan inclinados a imitarle. Lucas
es un hombre común y corriente que vive un momento muy difícil en su
vida: se acaba de separar de la esposa y se siente dolido porque tiene
que pleitear con ella sobre la Patria potestad con su hijo adolescente.
Vive solo, se siente terriblemente solo, que no es lo mismo. Trabaja en
una escuela del Estado para niños y su trabajo le gusta, se siente bien
con los pequeños, sabe cómo entretenerles, sabe a perfección manejarse
con ellos.
http://www.listin.com.do/entretenimiento/2014/4/4/317137/La-caza
No hay comentarios:
Publicar un comentario