En efecto, hay personas que se han sentido molestas viendo “La vie
d’Adele”, formidable historia en puras, prístinas imágenes de un
director tunecino que trabaja en Francia, Abdellatif Kekiche; incluso,
según nos dijeron, hubo personas durante la Muestra Internacional de
Cine de Santo Domingo que se salieron de la sala de cine.
Debemos confesar que nosotros también sentimos vergüenza.
Pero
sentimos vergüenza de comprobar cómo, en pleno siglo XXI, en 2014, y en
un Festival cinematográfico con todo lo que eso implica, todavía hay
personas que se dejan abrumar por su herencia judeo-cristiana y no
pueden soportar escenas de amor lésbicas abiertamente presentadas por un
creador que sabe lo que está haciendo, que sabe a perfección cómo
enfrentar los sentimientos más íntimos de una joven mujer y que, se hace
más que evidente, no lo está haciendo para provocar el morbo.
Esas
mismas personas que no pueden enfrentar unos minutos de sexo son los
que ven, sin mover un músculo, películas de terror con desmembramientos,
thrillers repletos de asesinatos crueles, inhumanos, porque el
espectáculo de la violencia desatada y desmotivada, la idea de la muerte
cruel de seres inocentes no les resulta molesta.
http://listindiario.com.do/entretenimiento/2014/5/23/323121/La-vida-de-Adele
Bitácora informativa sobre la obra literaria del escritor dominicano Armando Almánzar R., Premio Nacional de Literatura 2012, que incluye informaciones sobre sus libros de cuentos y novelas, críticas y comentarios sobre los mismos, así como otras reseñas periodísticas. Este blog también incluye comentarios sobre las películas estrenadas semanalmente en República Dominicana.
La vida de Adele es una película hecha para el 7mo arte, no para atender a las palomitas y al refresco. Es un tipo de cine a lo Michael Heineken, no le pone aderezo al arte, es como es cine a su máxima expresión. Tengo una sesión de cine en mi blog http://ilustradosonline.blogspot.com/
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