domingo, 14 de abril de 2013

Algo de lo mejor de la XV Muestra Internacional de Cine


“Rose”
Wojtek Smarzowski, ese es el nombre del señor que hizo este film, es polaco, nunca habían escuchado su nombre y no se avergüencen por ello: nosotros tampoco. Y este señor nos sumerge en una de las historias más dolorosas, pero a la vez hermosas, que hayamos visto en años.
Nos transporta a una región de Polonia que, ilo témpore, perteneció a la Germania primitiva, una etnia que habita ese lugar cuando es invadida por los alemanes en la Segunda Guerra Mundial y que sufrió los horrores de una guerra.
Pero luego, cuando se inicia la historia, ya los de Hitler han sido vencidos y el territorio total de la república polaca es dominado por Stalin, y para ellos resulta peor el remedio que la enfermedad: la crueldad de los nuevos invasores es tremenda. Pero, a ello se une la discriminación: los polacos originales les tildan de pro-nazis, los desprecian y colaboran con los soviéticos en el abuso total.
La historia la vemos a través de un ex soldado que consigue refugio en casa de una mujer cuyo esposo fue asesinado y que precisa de ayuda para el cultivo. Y lo que sucede entre ellos, lo que sucede con ella en especial, con él luego, con los jefecillos soviéticos locales, con los amigos ocasionales, es un impresionante relato de amor y dolor que, teniendo en cuenta que no se está inventando por inventar, que esas historias se van contando de generación en generación, nos deja transidos de espanto y, además, rindiendo pleitesía a ese señor polaco de nombre de difícil pronunciación por saber hacer cine con gente normal y con pocos recursos: Wojtek Smarzowski.


“Grupo 7”
“Grupo 7” no es otro film policial al estilo “Miami Vice” o “CSI”. Es una película del español Abel Rodríguez que cuenta de manera descarnada y pormenorizada cómo funcionaba un grupo policial especial así denominado durante los años que van de 1987 a 1992 en Sevilla, cuando las autoridades de esa ciudad, a la espera de la Feria Mundial que habría de levantarse en ese último año, quisieron poner un freno a la rampante delincuencia criminal que imperaba.
Y, hasta cierto punto, el cuarteto que conformaba ese “Grupo 7” tenía carta blanca para hacer y deshacer. Pero no se trata de la rutinaria cantaleta de los buenos contra los malos, del bien contra el mal, sino de cómo, embebidos más y más en la práctica de una violencia insana, los integrantes del grupo, y muy en especial el miembro más joven, quedan atrapados en ese vórtice que les atrapa, les envilece, les hace inhumanos.


http://www.listin.com.do/entretenimiento/2013/4/12/272972/XV-Muestra-Internacional-De-Cine-de-SD



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