sábado, 29 de octubre de 2016

Cuentas por cobrar. Debió ser mejor.

Ronni Castillo, afortunado director de Quien Manda, va ahora en plan denuncia, o sea, todo un drama sobre seres desgraciados cuyo pasado les persigue.                            
Aquiles sale de la cárcel sin un centavo y se esclaviza haciendo de todo en un mercado. Efraín, teniente de la policía, sobrevive a la muerte de su hijo mientras vigila lo que sucede en ese mercado, que se supone hervidero de drogas. Sus vidas confluyen.
Cada uno de ellos tiene  una “cuenta por cobrar”.
Una historia interesante sobre gente común y corriente que cojea en diversos detalles sobre lo  que significa la labor del policía y las actividades de los mafiosos, en especial las del matón Emilio.
La edición falla, razón por la cual una película corta se hace lenta. Buenas interpretaciones de Jalsen Santana, Richard Douglas  e Irving Alberti.
Repito, es cine serio, pero el guión falla.
Debió ser mejor.
                                                                                                 

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