Sí, porque, en efecto, Jorge
Hazoury tuvo una buena idea para hacer “Catastrópico”: una famosa estrella de
cine, Audrey, llega a nuestro país para continuar el rodaje de un “thriller”,
deben llevarla en avión a Punta Cana, pero el avión no llega, caen al mar y ni
ella ni el piloto, Usnavy, ni su edecán, Pedro, saben dónde están cuando llegan
a la costa; pero, mientras, el productor de la película, que trama secuestrar a
la actriz para cobrar un fabuloso seguro, tampoco sabe dónde están y encarga a
un siniestro secuaz para que la encuentre y seguir adelante con sus planes
macabros.
Esa es la idea en esencia, y las cosas iban bastante bien en principio,
pero luego…
Pero luego surgen otros
detalles que van alterando el asunto y no para bien. Primero, el personaje de
Usnavy se va tornando insoportable (no William Liriano, el actor) porque siempre
está borracho y no para un segundo en hablar disparates y eso puede ser
gracioso unas cuantas veces pero no todo el tiempo. Luego, el desarrollo del
relato se torna farragoso por el afán de Hazoury de agregar más y más
incidentes; si se hubiera limitado a la persecución, a los autos que caen del
transporte, hubiera sido una historia potable; pero, tan en su afán por hacer
su film más atractivo para los amantes de la acción, lo embarulla todo y los
últimos minutos llevan a un final que es puro anticlímax que parece no llegar
nunca.
Hay que tener medida en el
cine: “Catastrópico” con 15 ó 20 minutos menos hubiera sido un buen filme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario